Adenda al comunicado emitido por la Comisión de Patrimonio del COAM respecto de la no declaración BIC de la fábrica Clesa por parte de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid
17/03/2023
El informe elaborado por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid con fecha 13-12 2022, informe que muestra un gran rigor de planteamiento y desarrollo, concluye con una proposición de declaración BIP para la fábrica Clesa, reconociendo así el gran valor arquitectónico de la misma.
No obstante esta Comisión de Patrimonio del COAM sigue entendiendo que la fábrica Clesa, obra del arquitecto Alejandro de la Sota, es merecedora de la más alta protección BIC. Se emite esta adenda al comunicado anterior, para apuntar cuales son otros aspectos a tener en cuenta, y que a juicio de esta Comisión de Patrimonio del COAM motivan aumentar el grado de protección BIP propuesto por la Dirección General a BIC.
La figura del arquitecto Alejandro de la Sota es muy relevante en la historia de la Arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX, y es cada vez figura más reconocida por la historiografía internacional de la arquitectura contemporánea.
Tanto William J. R. Curtis, prestigioso historiador y crítico de arquitectura, en su ya clásico La arquitectura moderna desde 1900, así como Kenneth Frampton, Catedrático emérito Ware de Arquitectura, Graduate School of Architecture, Planning and Preservation (GSAPP), Columbia University, Nueva York y miembro honorífico del Royal Institute of British Architects (RIBA) en su reciéntemente publicado The Other Modern Movement [1] (Yale University Press, 2022) , dedican ensayos a la obra de Alejandro de la Sota, incluida la fábrica Clesa.
La obra de Alejandro de la Sota debería de considerarse y reconocerse ya en conjunto, y por tanto toda ella merecería ser protegida, entendiendo la protección como una necesaria puesta en valor del arquitecto.
A principio de los años sesenta del pasado siglo, el arquitecto Alejandro de la Sota tras unos años de paro voluntario en los que se replantea profundamente la manera de hacer arquitectura, proyecta y construye tres obras maestras de la arquitectura contemporánea española: el Gobierno Civil de Tarragona, el Gimnasio Maravillas y la fábrica Clesa. Tres obras coetáneas pero diferentes, que marcan con claridad el nuevo camino emprendido por Sota, y que el mismo denominaría arquitectura física. Tres obras que ya deberían de tener la misma consideración desde el punto de vista patrimonial. El Gimnasio está declarado BIC y se encuentra en perfecto estado de uso y conservación; el Gobierno Civil, restaurado por el propio Sota a finales de los años 80 del pasado siglo y en perfecto estado de uso y conservación, ¿y la fábrica Clesa?
Las cualidades arquitectónicas de Clesa son sobradamente conocidas. Su planteamiento como resolución de un problema funcional del proceso industrial solicitado, su ordenamiento espacial en diferentes volúmenes según su especificidad de uso, el empleo casi pionero de la estructura pretensada, los lucernarios y la luz natural, el empleo de los bloques de hormigón hechos in situ, la honestidad constructiva, etc., son incluso explicadas por el arquitecto en su memoria de proyecto, con la sutileza y fino humor característicos (nos habla del orden del equipaje de un torero en la baca de un coche, botijo incluido). Aunque muchas veces en Sota es más importante lo que no dice, o dice veladamente, y mucho más importante lo que hace y finalmente lo que resulta.
La fábrica Clesa trasciende en su materialización espacial el mero hecho de resolución de un problema funcional y constructivo para una fábrica de un proceso industrial determinado. Aunque su ordenación volumétrica exterior refleja esa clarísima distinción y resolución funcional de los espacios a que antes nos referíamos, el interior en las naves principales se percibe con un carácter más unitario, como una concatenación de espacios unidos por la luz. La percepción de ese espacio continuo y fraccionado a la vez, matizado por la luz que penetra por los distintos lucernarios, y definido materialmente por una estructura de hormigón, a la vez pesante y ligera, y acompañado por unos materiales sencillos y adecuados, dotan a ese espacio fabril de una intensidad arquitectónica de primer orden, nada corriente en este tipo de edificaciones.
Y esa cualidad espacial, ese ambiente, esa especial atmósfera fabril que allí puede percibirse, y que podría ser ese extra que el arquitecto añade a la estricta resolución del problema (ese liebre por gato que decía Sota), es lo que hay que reconocer y valorar, protegiéndolo con la máxima protección posible. Hay que posibilitar sin duda nuevos usos, pero hay que preservar la posibilidad de percepción de ese espacio tal y como fue concebido, tal y como todavía es.
Así pues con este breve escrito queremos insistir y volver a manifestar que tanto por razones históricas, donde la figura y la obra de Alejandro de la Sota, especialmente sus tres obras maestras Gobierno Civil, Gimnasio Maravillas y Clesa, ocupan ya un lugar relevante en la Historia de la Arquitectura Contemporánea nacional e internacional, como por las razones intrínsecamente arquitectónicas antes enunciadas, la fábrica Clesa es merecedora del máximo reconocimiento y de la máxima protección que garanticen la preservación de la obra y sus valores, a veces intangibles. Y es solo mediante una máxima protección BIC como entendemos que esos valores pueden y deben primero reconocerse y después preservarse.
Ramón Andrada González-Parrado
Presidente de la Comisión de Patrimonio y Vocal de la Junta de Gobierno del COAM
Pablo Olalquiaga Bescós
Vocal de la Comisión de Patrimonio y Vicedecano del COAM
Ángel Hernández Espada
Vocal de la Comisión de Patrimonio y Vocal de la Junta de Gobierno del COAM
[1] En esta reciente publicación el reconocido y prestigios historiador K. Frampton hace una selección de solamente 20 arquitectos de talla internacional como Mendelssohn, Neutra o Jacobsen, entre los que se encuentra como único español Alejandro de la Sota con toda su obra.
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